Naturaleza, cultura y ecoturismo

Naturaleza, cultura y ecoturismo




A los ojos del habitante urbano en Salta capital, acostumbrado a un paisaje natural disminuido por su accionar, ambientes naturales aún prístinos como la selva exuberante o los bosques chaqueños aparecen como un tesoro escondido, incluso como rarezas. Se conservan protegidos por áreas de reserva (públicas y privadas) o se preservan tan sólo porque aún mantienen cierta distancia con la frontera agrícola. Recuerdos de la riqueza de otros tiempos estimula a los visitantes a emprender viajes con enfoques naturalistas o culturales, verdaderas travesías hacia la diversidad, en lugares que aún mantiene intacto particulares mundos de vida.



Los guardaparques. El gaucho de los bosques y llanuras chaqueños de Salta. Son hombres, particularmente representativos, que comparten un vínculo profundo con lo natural. A veces es tan cercano, que esa conexión espiritual con la tierra que los alberga a menudo se refleja en su mirar. Principalmente comparten visiones sobre la realidad de su entorno inmediato, que suelen expresar cada vez que contraponen – cada quien a su modo – las maravillas de lo creado con lo inconexo que parece aún el vínculo entre el hombre urbano y su mundo natural más inmediato.

En los tiempos que corren, el turismo como actividad ha evolucionado en sus modos de ofertar “experiencia”. Una de ellas, busca establecer un equilibrio entre la actividad económica y un fin social necesario. Particularmente presente en la mente de turistas o viajeros de perfiles más independiente o autoorganizado, el ecoturismo es una de las variantes que basan su concepto en el hecho que tanto la búsqueda por Naturaleza y Cultura son las principales motivaciones de quienes deciden trasladarse desde un lugar a otro del mundo hacia ésta suerte de paraísos en extinción.



Un ejemplo es Parque Nacional “El Rey”. Antes de convertirse en la primer área protegida de la selva tucumano-oranense, era una estancia como muchas otras del departamento de Anta, por aquel entonces consagrada tan sólo a la explotación de hacienda. La actividad sumaba – en segundo plano – la agricultura de subsistencia y la extracción forestal ligada a las necesidades ganaderas. Su estructura y organización respondía a un ordenamiento feudal, donde el terrateniente era la cabeza de una gran familia patriarcal que incluía a los peones. “La estancia es una confederación de distritos autónomos – señalará al describirla Juan Carlos Dávalos en un capítulo de su libro “Los Gauchos” (1948) - en donde el patrón es el presidente, el capataz el poder legislativo y los puesteros los gobernadores inamovibles”.

El Parque es actualmente uno de los ambientes del Norte Argentino que se presenta como un espacio coronado. El lugar conforma un enorme anfiteatro que escalona en sus cinco pisos tres distritos de la Yunga: la selva de transición, la selva montana de neblina y el bosque montano. El área forma parte de la asociación geológica El Rey-Lumbreras que se ubica en la zona central de la provincia de Salta, a ambos lados de la ruta provincial que une el paraje Lumbreras con Joaquín V. González, adyacentes al Río Juramento.


Su territorio abarca 44.162 hectáreas y además protege un sector de la selva subtropical andina, región natural que baja desde Bolivia, y que constituye junto con la selva misionera, el bioma argentino de mayor diversidad junto a la provincia fitogeográfica chaqueña. Aquí se despliega ciertamente un amplio abanico de la vida salvaje que se completa con otros espacios con áreas protegidas. Este será Parque Nacional Baritú y algunos sectores cercanos conocidos desde la actividad turística como el río Lipeo, en donde se realiza rafting durante un tiempo acotado del año y en niveles extremos.

Conciencia y ecoturismo

Para Jorge Guasp, encargado del área de Turismo y Recreación de Parque El Rey, el Norte como región y éste Parque en particular, conforman un espacio que tanto por su historia como por la diversidad de ambientes que contiene, son particularmente interesante para promover procesos que desarrollen actividades ligadas al ecoturismo.

Su concepto va más allá. “Aunque las definiciones son odiosas y las etiquetas dan lugar a confusiones, sobre todo en un ámbito de actividades tan diversas como el turismo, podemos decir que el concepto de ecoturismo excede el mero contacto con la naturaleza. No sólo atiende al compromiso de las autoridades (en este caso de Parques Nacionales), sino también a la responsabilidad que asume el propio visitante, a quien podemos denominar ecoturista”.



En éste sentido, “el verdadero ecoturista, o turista responsable, actúa de un modo ambientalmente ético no sólo bajo presión, sino también cuando se encuentra solo. Su comportamiento no responde a motivaciones externas, sino a sus propios valores de relación con el medio, sea éste una comunidad de pobladores o una selva virgen. Y si procura proteger la naturaleza que visita no es porque alguien le indique que “ese es el comportamiento correcto”, sino simplemente porque ama ese lugar, y en consecuencia ha resuelto cuidar de él”.

La visión se conecta con la del Ministerio de Turismo de Salta. “La región Norte presenta muchas fortalezas para orientarse hacia esta modalidad”, apunta Ana Cornejo desde la Dirección de Planificación del organismo. “La presencia de reservas naturales provinciales y los parques nacionales en la provincia son una prueba de ello. El objetivo del Ministerio es expandir la actividad en regiones donde el turismo se encuentra menos desarrollado, basándose en criterios de sustentabilidad y con la meta siempre presente de mejorar la calidad de vida de más salteños”. A ellos se suman las campañas que de modo continuo, proyecta y realiza, enfocadas a crear conciencia acerca de la necesaria conducta responsable tanto del visitante como del propio habitante local.

Turismo activo

Al menos durante los últimos 15 años y bajo el nombre de “Turismo Alternativo” fueron acumulando experiencia y tomando forma de empresas, distintos operadores y prestadores, verdaderos actores y promotores de la modalidad en la región. Turismo Aventura y Ecoturismo se asociaron como formas de organizar la experiencia que difiere de la tradicional, idea-núcleo en el diseño de esta oferta turística local. Si bien las dos vertientes tienen puntos en común, la tendencia hacia la protección de los recursos tanto naturales como sociales que son el sustento de la actividad, lleva a considerar la pertinencia de algunos límites, principalmente dentro del denominado “turismo aventura”.


Es la reflexión que atraviesa tanto a operadores como a prestadores de Turismo Alternativo en la provincia de Salta. “El Turismo Alternativo está reglamentado por el Ministerio de Turismo y Cultura desde hace tiempo”, recuerda Horacio Cornejo, ex-titular del organismo oficial. “Actualmente esas normas se encuentran en plena revisión a los efectos de contar con una normativa actualizada que integre la gestión de la calidad, la seguridad y la preservación ambiental”.

Desde las cabalgatas hasta el rafting o los solitarios descensos en kayak, pasando por el cicloturismo o largas caminatas de media montaña, hasta llegar al avistaje de aves y los viajes de historia natural o con enfoques culturales. Todos forman parte hoy de la variada tipología de productos que ofrece la región, con Salta como su capital receptiva. Los desafíos están planteados y las tareas que buscan alcanzarlos también. Siempre con una meta común: construir un destino turístico con actores concientes de sus responsabilidades.