Hola a todos ...

Hola a todos ...




Lo que sigue es una historia en los Valles Calchaquíes. Esta aquí, primero porque la escribió una mujer alemana que pasó unos cuantos meses en Salta viajando aquí y allá ... una viajera, en el sentido que representa aquellas personas que prefieren conocer profundamente un lugar. Finalmente, es un relato de las cosas que ocurren en la ruta, simplemente porque a gente quiere tomarse un viaje a la aventura y ... en el sector salteño de los Valles Calchaquíes eso es posible ... nadie muere de hambre o sed por intentarlo....


Cómo pasa el tiempo!, casi tres meses y media que estoy acá en Argentina y casi un mes y media a Salta, su provincia y la Provincia de Jujuy. Pasaron tantas cosas y tuve tanta fiaca de contárselo. Todavía lo tengo : ) Pero cómo es, adentro! Y ya todo más fácil.

Empiezo con el albergue, el Backpackers, your home away from home. Y es verdad me siento cómo estar en casa lejos de casa, tan bien, tan cuidada que no tengo muchas ganas de cambiar el mate de la mañana con Pablo a la recepción contra todo la plata del mundo. Siempre llega gente, siempre se van amigos nuevos. La habitación compartida con cuatro, la cocina grande y las salidas a la noche hacen imposible de no conocerse mejor. Tantas charlas, tantas opiniones, tantas puntos de vista nuevos.... Así nos enganchamos, vamos de un lado al otro.

En una noche escuché hablar tres Israelitos planeando una bicicletada de 160 km en dos día. Querían “bajar” de Cachi hasta Cafayate. Que buena idea, que locura de querer hacerlo en dos días.... La Ruta 40, en esta parte es todo ripio y arena.....Me gustó muchísimo la idea y cómo ya los conocía pregunté para poder participar. Pensaron que no lo aguantaría pero dijeron que sí y nos llevamos re bien en todos estos días arriba de las bicis! Tuve un concierto a la noche, de Brahms, te recuerdas Claudine?! Que hermoso la música.

Volvimos tarde, poco tiempo para preparar las cosas y dormir. Levantado a las cinco fuimos con el colectivo al las seis y media. Subimos hasta Cachi que frío que hice en el camino cuando tuvimos que bajar para reparar una rueda pinchada. Al medio día, todo mejor, dormimos salió el sol. Cargando las bicis llegaron un montón de gauchos, pasaron todos en un desfile. Que caballos, que colores que juego lindo con este pueblito tan pintoresco.

Salimos por la Ruta 40 en dirección Molinos. Queríamos llegar hasta Angastaco...je, je ... que locura! Ya 20 Minutos más tarde tuvimos la primera rueda pinchada. La primera de no sé cuantas! Pero aprendimos calcular cada día unas dos tres horas para arreglar las ruedas. Lo más importante era de no buscar solamente un agujero pero todos. Una vez encontramos cuatro!

Seguimos el camino no posible de perderse y yo feliz de estar arriba una bici desde tanto tiempo. El camino bajando y subiendo bien en seguida, doblando cómo la serpiente. Siempre a la derecha la montaña y a la izquierda un valle travesada por un arroyo. El sol por atrás se veían bien las colores. Todavía con la idea de pedalear 80 km avanzamos despacito cómo el caracol. Ya bien cansado preparamos la comida en frente de una iglesia de un pueblito en el camino.
Ahí sí, la desilusión de hacer probablemente solamente 60 km y mañana levantándose temprano hacer 120! Sí, sí, si quieren....

Vinieron dolores de rodillas bajando todavía el por medio de la velocidad. Cuanto podría faltar para llegar a Molinos. Una hora posiblemente, llegaremos con la tardecer, otras dos ruedas pinchadas, no se puede reparar más por falta de luz, ya hace noche, pero tuvimos una lucecita! Ya está, seguimos el camino iluminado por la luna y las estrellas.

Que hermoso la “calle lechera” the milky way no sé la palabra en castellano. Llegamos y encontramos un lugar para dormir y comer. Que rico la milanesa con papa fritas y una ensalada enorme.....

Salimos temprano en la mañana. A las 8:30! Pero a las 10 todavía estuvimos re cerca, a unos 500 metros! Cuatro ruedas pinchadas! No era posible pero sí, fue posible..... bueno, bueno así es, no hay para cambiar y siempre a velocidad caracol seguimos el camino. Ahora más seco, más polvo, más arena, más subida y bajada, más ruedas pinchadas, pero nos otro ya con la costumbre mucho más rápido en repararlas : ))) Que día!

Llegamos bien pero no a Cafayate, hasta ahí faltaron 80 km. Llegamos a Angostaco por la noche bien cansados y muy feliz. Que riza nos otros. A la mañana tomaríamos el colectivo a las 6 de la mañana hasta San Carlos. Pasamos los 50 km lo más difíciles en colctivo y haríamos los últimos 30 km hasta Cafayate tranquilos. Tomamos el colectivo pero, che chicos, se acuerdan del frío que hice?! No me acuerdo bien pero pienso que nunca en mi vida me sentí tan congelada.

Que alegría, encontrando un lugar abierto con calefacción sirviendo té, pan y dulce casero. Pasamos unos lindos horas ahí charlando antes de seguir el camino a Cafayate. Todo asfalto, todo fácil. Llegamos bien, comimos empanadas re ricas y helado al vino tinto, descansamos y volvimos con una risa re contra grande a Salta.

Besos y saludos,

Kirsten Rüter
Alemania